martes, 14 de septiembre de 2010

Agosto en Londres


Esta vez el destino fue Londres, a diferencia de otras grandes urbes (incluida la mía), varias cosas me han sorprendido gratamente, entre otras muchas destacaría: la seguridad, la limpieza de sus calles, la educación de sus ciudadanos (la mayoría) y especialmente a destacar, el buen funcionamiento de sus transportes públicos. Los puntos negativos son de sobra conocidos, la lluvia, el frío, la comida y los altos precios de casi todo.



Otra mención especial es para sus museos, ya que aparte de todo lo que podemos encontrar en ellos, los principales son gratuitos (se suele dejar la voluntad) dejando una puerta de libre acceso a la cultura. Además, en la mayoría de museos londinenses está permitido sacar fotografías, en algunos incluso con flash! 

La siguiente imagen, en el museo británico, corresponde a la famosa "piedra Rosetta". En la segunda foto puede verse la cantidad de gente que se agolpa frente a ella para sacarle una instantánea. Pude hacer la foto situándome justo delante, aunque para que saliera entera tuve que recurrir al 20mm y a su gran ángulo de visión, el resto del equipo fue la D700, un zoom 28-70mm y un 135mm.




Como dato técnico, comentar que hubiese faltado un filtro polarizador, para evitar esos molestos reflejos en el cristal. El problema es que en caso de haberlo usado, la luminosidad habría bajado en unos dos o tres puntos con lo que posiblemente la foto habría quedado trepidada, seguramente todo se resolvería con una óptica estabilizada.


Londres es también una ciudad llena de color, multicultural, bulliciosa en todos sus rincones, dinámica, moderna. Una ciudad de negocios, de musicales, de mercadillos y tiendas de moda con las últimas tendencias, en definitiva, una ciudad en la que todo tiene cabida.



Y sin olvidarnos de sus estampas más clásicas, como sus autobuses de dos pisos, sus famosas cabinas telefónicas, prácticamente ya en desudo, sus taxis, el BigBen, el Tower Bridge, su "Eye of London" (la noria) y un largo etcétera.